Los pasados días 7,8 y 9 de mayo se celebró en la Haya el I Congreso sobre sustracción internacional de menores, dirigida fundamentalmente para abogados, aunque también asistieron mediadores, jueces y fiscales de toda Europa y otros terceros Estados. Resumimos las conclusiones de tres días de intensivo trabajo.
Recordemos que la sustracción internacional de menores se produce cuando un progenitor que no tiene atribuida legalmente la guarda y custodia del menor, lo traslada sin el consentimiento del otro progenitor a un país distinto de donde reside habitualmente. También comete sustracción internacional de menores el progenitor que no cumple los términos de custodia o derechos de visitas de la sentencia judicial de divorcio o medidas.
Es necesario tener en cuenta que en un caso de sustracción internacional entran en juego mínimo dos Estados diferentes; el de donde reside la familia habitualmente y el país donde el sustractor huye con su hijo. Cada país tiene sus peculiaridades culturales que van a afectar, necesariamente, a la resolución del caso.
Por eso es necesaria la colaboración entre los profesionales intervinientes de los distintos Estados implicados. Asi por ejemplo, si la sustracción se produce de Alemania a España por la madre, el abogado de la madre en España, además de estar especializado en esta materia, debería colaborar con un abogado que conozca el derecho alemán y pueda asesorar a la madre sobre si está actuando de acuerdo al derecho alemán o no. Lo mismo si se produce la sustracción de España a Alemania.
Ya existen redes de cooperación entre Jueces y fiscales europeos (Eurojust). Con la organización de este congreso, se persigue la creación de una red de abogados especializados en estos asuntos que garantice a los particulares (ya sea progenitor sustractor o progenitor que denuncia) que su caso está tratado íntegramente por profesionales especializados para optimizar la pronta resolución de su caso, teniendo siempre como principal objetivo el interés superior del menor.
En el Congreso se resaltó la necesidad de potenciar la mediación con profesionales especializados que ayudarían, cuanto menos, a sentar las bases de un posible régimen de visitas en el caso de que no procediera el retorno del menor, o mientras este se resuelve. En España aun no está extendida la mediación, pero si contamos con mediadores especializados, es una herramienta que puede contribuir a minimizar el perjuicio de estos temas a todos los implicados y especialmente a los menores.