Los niños tienen derecho a estar en contacto con su padre y su madre, con los dos. También si los progenitores viven en países diferentes. Pero a menudo los propios progenitores impiden que las visitas se realicen con normalidad. ¿Qué se puede hacer en el ámbito internacional? Veamos un caso clásico. Un juez ha fijado unas medidas, en las que se decide que los menores viven con uno de los padres en un país, mientras que para el otro se ha fijado un régimen de visitas, que incluye las vacaciones en el país de residencia de éste. Y el régimen se incumple.